El tiempo en Madeira

Clima Madeira: cuándo ir, temperaturas y lluvia

El clima en la isla de Madeira se caracteriza por veranos calurosos y secos e inviernos templados y lluviosos. En general, de abril a septiembre las precipitaciones son escasas, mientras que de octubre a marzo las lluvias son abundantes.

Las cálidas corrientes del océano Atlántico rodean la isla y determinan el clima. Estas hacen que Madeira no tenga temperaturas particularmente altas o bajas. Durante el verano hay una ventilación constante que permite no sufrir demasiado el calor del sol, y los días en la playa serán agradables, mientras que en invierno es raro que las temperaturas bajen por debajo de los 17 grados centígrados.

Debido a la configuración montañosa de Madeira, se forman una serie de microclimas en la isla. La región de Funchal es, por ejemplo, más soleada y seca que otras áreas. Sin embargo, las partes norte y este de Madeira son más lluviosas y frías debido a los vientos que soplan del nordeste.

Cuándo ir a Madeira

El verano es sin duda la estación del año más favorable para visitar la isla: generalmente las temperaturas oscilan entre los 20 y 25 grados, mientras que las temperaturas máximas de más de 30 grados son poco frecuentes.

El clima es realmente cálido sólo cuando prevalece en la isla el viento “Leste“, que sopla desde el norte de África, haciendo que el termómetro llegue a alcanzar más de 30 °. Afortunadamente, esta condición se verifica raramente.

Gracias a este clima moderado, Madeira puede ser un destino excelente incluso en otoño. La isla en esta época del año está menos abarrotada de turistas, sobre todo hay menos familias, y puede ser un entorno más cómodo para los que buscan paz y privacidad, ofreciendo además soluciones de alojamiento a precios más bajos.

Hasta noviembre se registran temperaturas superiores a los 20 grados, aunque es más probable encontrarse con días lluviosos. En invierno, como ya hemos mencionado, las temperaturas no bajan demasiado; por lo tanto, Madeira se convierte en un gran destino para escapar del gélido frío de la Europa continental: por supuesto, no será posible bañarse, pero pasar días al sol vestidos con ropa ligera será un buen compromiso.