Un suntuoso palacio del siglo XVIII con mármoles y estucos dorados, jardines muy cuidados, lagos ornamentales donde el agua brota de figuras mitológicas: no estamos hablando de Versalles, sino del Palacio Nacional de Queluz, a 5 km de Lisboa.
En sus grandiosas salas vivía la reina María I, que debido a su enfermedad sufrió durante mucho tiempo problemas mentales, tanto que en Brasil se recuerda como María la Loca. Otros nobles excéntricos se alojaron en el palacio, como Carlota Joaquina, nuera de María I, y su huésped inglés William Beckford.
Venid a descubrir las intrigantes historias de estos extraños personajes mientras admiráis el glamour del Palácio Real de Queluz y sus elegantes jardines italianos.
Son muchas las maravillas que se mostrarán frente a vuestros ojos durante una visita al palacio nacional de Queluz. Entre las salas más interesantes señalamos:
Después de haber visitado el interior del palacio, concedeos bastante tiempo para el parque exterior: los jardines del palacio nacional de Queluz representan uno de los ejemplos más significativos de jardines ornamentales en Portugal y merecen sin duda una visita. De estilo italiano, están adornados con setos, estatuas, estanques, cascadas y fuentes. Cabe destacar la Fuente de Neptuno, un precioso grupo escultórico obra de un alumno de Bernini, y la colección de estatuas del artista londinense John Cheere.
En estos jardines de 16 hectáreas, los reyes portugueses paseaban, tenían en jaulas animales exóticos como leones, tigres y monos, iban en barca por un canal cubierto de azulejos y escuchaban conciertos de música al aire libre.
Estos elegantes y excéntricos jardines no dejarán de sorprenderos: para visitarlos podéis elegir entre pasear libremente o seguir la ruta recomendada.
Queluz está a solo 5 km de Lisboa y es fácilmente accesible con un tren directo. El viaje dura unos 20 minutos. Desde la estación de Queluz-Belas podéis llegar al palacio a pie en unos 15 minutos.
Originalmente utilizado como pabellón de caza, el palacio nacional de Queluz se transformó más tarde en residencia de verano de la familia real portuguesa. Fue el príncipe Dom Pedro III, esposo de la reina María I, quien quiso construir el nuevo palacio, encargando el proyecto a un arquitecto portugués, Mateus Vicente de Oliveira, y un artista francés, Jean-Baptiste Robillon. La construcción del palacio tuvo lugar en unos diez años, entre 1750 y 1760.
Los reyes portugueses lo utilizaban casi exclusivamente para ocasiones de diversión, como fiestas, conciertos, cacerías y espectáculos pirotécnicos.
Hoy en día, el palacio se utiliza para alojar personalidades importantes y jefes de estado durante las visitas oficiales; en el interior del palacio y de los jardines también se organizan conciertos y espectáculos.
Con la excepción de la reina María I, los reyes portugueses nunca vivieron en este palacio y lo usaron sólo para ocasiones recreativas.
Todavía hoy en día, en el palacio de Queluz, tiene su sede la Escuela Portuguesa de Arte Ecuestre, que ha recogido la herencia de la antigua academia ecuestre de la corte portuguesa. La escuela organiza espectáculos y entrenamientos abiertos al público en el Picadeiro Henrique Calado, en la Calçada desde Ajuda a Belém.
En el interior del palacio hay un restaurante de lujo, extraído de las grandes salas de las cocinas, y una elegante pousada donde es posible alojarse. No os esperéis precios low cost: sigue siendo una residencia real!
La City Card le permite ahorrar en transporte público y/o entradas a las principales atracciones turísticas.